CONSALUD
20
septiembre 2022
Los profesionales piden que la 'Ley
Sara' también regule el intrusismo en la Medicina Estética
Agustina
Uhrig
La Dra. Petra Vega, tesorera de la
Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), explica a ConSalud.es
los puntos fuertes de la PNL conocida como 'Ley Sara' y los puntos en los que
debería ahondar para combatir el intrusismo en la Medicina Estética
El pasado martes 13 de septiembre, el PSOE llevaba al
Congreso una Proposición No de Ley para abordar el intrusismo en cirugía
estética. La PNL es conocida popularmente como ‘Ley Sara’, en honor
a Sara Gómez, la mujer de 39 años fallecida tras realizarse una lipoescultura a manos de un cirujano que carecía de la
especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
El objetivo de esta ley – aprobada por el Congreso con
292 votos a favor, 0 en contra y 56 abstenciones – es instar al Gobierno
y las Comunidades Autónomas a fijar criterios comunes sobre el control y
cumplimiento de la normativa de los centros sanitarios con autorización de la
unidad asistencial U.47 Cirugía Estética. Todo ello con el objetivo de combatir
el intrusismo en la profesión.
Desde la tesorería de la Sociedad Española de Medicina
Estética (SEME), la Dra. Petra Vega defiende a ConSalud.es
esta Ley y sostiene que también debería realizarse “el mismo refuerzo de
seguimiento” en las unidades asistenciales U.48 de Medicina Estética. Así
lo han pedido a diversos grupos políticos en las diferentes reuniones que han
mantenido.
Y es que si las unidades asistenciales se han definido como
lo han hecho, el seguimiento exhaustivo debe realizarse en todas ellas. Hasta
ahora, en la U.47 se recoge que el centro sanitario debe estar “bajo la
responsabilidad de un cirujano plástico, estético y reparador”. En este
aspecto está “totalmente de acuerdo” la Dra. Vega, pero añade que,
sin embargo, en las U.48, la responsabilidad solo se expresa que debe estar a
manos de un médico. Es por ello que desde SEME van más allá y piden que
“quien aplique la Medicina Estética, sea un médico estético”.
El intrusismo en Medicina Estética, al igual que en otras
disciplinas médicas, está a la orden del día. Además de la Medicina Estética,
la Dra. Vega identifica otra de las especialidades afectadas por el intrusismo:
la Oncología Médica. “Oncología tiene intrusismo porque afecta a
pacientes muy desesperados, que buscan el milagro. Y en Medicina Estética suele
ser por temas económicos”, explica la experta.
Este intrusismo, concretamente en Medicina Estética, puede
venir desde otras profesiones sanitarias no médicas o desde profesionales no
sanitarios. En este último punto están los centros de belleza, como
peluquerías, que pueden adquirir determinados productos por internet
y realizar intervenciones para las que no están capacitados. El último frente
desde el que puede venir el intrusismo - y el más preocupante a juicio de esta
doctora - es el que se anuncia por redes sociales. Se trata de gente que
difunde tratamientos y ofertas a través de internet y
los efectúa en habitaciones de hotel, domicilios o incluso en lavabos de bares.
“Este último es el peor, porque no se respeta
absolutamente nada y, además, es difícil cuantificar y ubicarles, porque
aparecen en redes”. Se trata de intervenciones o tratamientos sin ninguna
garantía ni profesional ni higiénica, que pone en grave riesgo la seguridad del
paciente. Principalmente, estas redes se dedican a los pinchazos de ácido
hialurónico o toxina botulínica. El problema llega no solo porque la persona no
está formada para realizar estas inyecciones, sino porque los productos
acostumbran a provenir del mercado negro, sin control sanitario, y se
administran en lugares que no reúnen las condiciones sanitarias adecuadas.
En este escenario, la Dra. Vega defiende que, para combatir
este intrusismo, uno de los puntos clave es educar a la población. “No
puedes cerrar las puertas al campo ni a internet. Lo
que tenemos que hacer es dar mensajes de que poner un ácido hialurónico puede
ser peligroso y tener consecuencias si no se realiza correctamente. La Medicina
Estética es una medicina satisfactiva, para verse
mejor. Si no vamos a obtener estos beneficios o incluso nos vamos a poner
enfermos, no vale la pena hacerlo”, apunta la médico.
Otra petición que los profesionales llevan desde 2003
reclamando a las autoridades es que se regule la Ley para que sea necesario
tener un máster y un diploma de acreditación para
ejercer la Medicina Estética. A día de hoy, para ser médico estético es
necesario ser licenciado o graduado en Medicina y, en algunas CCAA, que son las
que autorizan a los centros sanitarios, se pide la formación específica en
Medicina Estética, bien sea mediante un máster
universitario en Medicina Estética o a través de un diploma de capacitación por
el colegio de médicos de la provincia.
“El problema que nosotros vemos es que hay 19
universidades con másteres en Medicina Estética y no
todos cumplen el requisito formativo. Tampoco todos los colegios de médicos
desarrollan diplomas de acreditación, solo algunos y lo hacen de forma
voluntaria”, apunta Vega. Es por ello, que los profesionales piden al
Ministerio de Sanidad que regule los másteres y que
sea el Ministerio de Sanidad el que exija los diplomas de acreditación que
garantice experiencia en Medicina Estética para poder abrir un centro sanitario
de esta índole. “Es necesario para garantizar la seguridad del 40% de la
población que utiliza los servicios de Medicina Estética. La Sanidad y la
seguridad no pueden ser locales. Tiene que regularlo el Ministerio de
Sanidad”, concluye la Dra. Vega.